LAMB (Dýrið)
VALDIMAR JÓHANNSSON
Ficha Artística
María: NAOMI RAPACE
Ingvar: HILMIR SNAER GUÐNASON
Pétur: BJÖRN HLYNUR HARALDSSON
Ficha Técnica
Dirección: VALDIMAR JÓHANNSSON
Producción: HRONN KRISTINDÓTTIR, SARA NASSIM, PIODOR GUSTAFSSON, ERIK RYDELL, KLAUDIA SMIEJA-ROSTWOROWSKA, JAN NASZEWSKI
Guion: SJÓN SIGURDSSON, VALDIMAR JÓHANNSSON
Fotografía: ELI ARENSON
Montaje: AGNIESZKA GLINSKA
Música: ÞÓRARINN GUÐNASON
Islandia, Suecia, Polonia, 2021. 106’ Color.
Sinopsis:
María e Ingvar viven aislados con su rebaño de corderos en una isla de Islandia. Cuando descubren un misterioso recién nacido, deciden quedárselo y criarlo como su propio hijo. Esta nueva perspectiva trae mucha felicidad a la pareja, pero la naturaleza les tiene reservada una última sorpresa…
Palmarés:
2021: Festival de Cannes: Un Certain Regard - Premio a la Originalidad
2021: National Board of Review (NBR): Mejores películas extranjeras del año
2021: Premios del Cine Europeo: Mejores efectos visuales
2021: Festival de Sitges: Mejor película y Mejor actriz (Rapace)
Valdimar Jóhannsson (Islandia, 1978)
Valdimar Jóhannsson nació en 1978 en el norte de Islandia. Lleva dos décadas en la industria cinematográfica islandesa. Además, está acreditado como operador de iluminación y eléctrico de títulos hollywoodienses del calibre de La vida secreta de Walter Mitty, El quinto poder u Oblivion, Valdimar Jóhannsson también participó en 5 episodios de la exitosísima serie Juego de Tronos. Decidido a contar una historia sobre el mundo de la maternidad y la imprevisible fuerza de la Madre Naturaleza, se embarcó en su primer largometraje como director, Lamb, que está cosechando elogios por su originalidad e impacto en cada proyección, incluyendo el Festival de Cannes, donde logró precisamente el premio a la originalidad de su propuesta.
Comentarios del director
De niño pasé mucho tiempo en la granja de ovejas de mis abuelos, así que los corderos, las ovejas y los carneros son animales que conozco muy bien. Siempre quise contar una historia basada en cuentos populares, una historia que reflejara la naturaleza en las personas y las personas en la naturaleza.
Empecé a trabajar con bocetos de story board y con una novela gráfica para armar una historia que pudiera convertirse después en una película. Mis productores me presentaron al escritor Sjón en 2010, lo que me dio mucha suerte. Empezamos a hablar de esta idea, que luego se convirtió en Lamb (Dýrið). A Sjón le gustaban mis inspiraciones, le fascinaban las mismas cosas que a mí; tuvimos un proceso muy lento y orgánico de trabajo en el guion y llegamos a conocernos muy bien.
El cine es un medio visual y sonoro que conmueve a muchos niveles y, al escribir el guion, nos centramos en contar la historia a través de los elementos visuales y sonoros, reduciendo al mínimo los diálogos. Nuestra película se inspira mucho en los cuentos populares islandeses, no en uno en particular, sino en una mezcla de muchos. A los dos nos interesan las historias que, por su naturaleza, son mayoritariamente realistas, pero que tienen un elemento absurdo o surrealista que nunca se aborda, por lo que se convierten en tan realistas como el resto.
La historia podría ser la vida de cualquiera; oscura a veces, pero nunca falta un momento de alegría. Para mí, la película es ante todo un poema visual sobre una pérdida tan dolorosa que estás dispuesto a hacer casi cualquier cosa para recuperar la alegría y la felicidad que había antes. Hay culpa y remordimiento en la vida de la pareja que forman María e Ingvar, quienes no han podido superar su pérdida y su dolor. Por ello, están dispuestos a ceder a algo que ambos saben que sólo durará un tiempo: un intento de recuperar el equilibrio y la alegría en sus vidas.
Pero mientras María intenta proteger a la familia de todas y cada una de las fuerzas externas que amenazan su nueva realidad surrealista, sabe que esta realidad tiene que ser vivida aquí y ahora con amor y aceptación hasta que llegue el inevitable final. Debe centrarse únicamente en el momento presente, sin apenas pensar en el pasado ni en el futuro.
La fuerza y la determinación de María están inspiradas en mi abuela, que acaba de fallecer. Ella y mi abuelo tenían una granja de ovejas y tuvieron cinco hijos, todos nacidos en un periodo de ocho años. En su granja no había división del trabajo entre hombres y mujeres. Lo hacían todo juntos, desde arreglar la maquinaria hasta limpiar y cocinar las cenas. La vida en la granja no siempre era fácil, pero mi abuela nunca dejaba que nada rompiera su espíritu. María también tiene esa resistencia. Es inquebrantable y se niega a renunciar a la vida. Y aunque la pérdida de ella y de su marido les ha robado toda la pasión y la alegría, también les ha unido más.
La película se rodó en una granja del norte de Islandia y sus alrededores. Los animales de la película, la granja y estos alrededores son también personajes esenciales de la película. Las estaciones, cada una con su propia luz y niebla, y los dos mundos: el exuberante y vulnerable mundo de los humanos en la granja y el desconocido mundo de las duras tierras altas, donde no se puede jugar con la naturaleza ni controlarla.
Sin la naturaleza, la humanidad no existe. En mi opinión, la naturaleza no es sólo lo que vemos, sino también lo que sentimos, y por tanto está profundamente conectada con lo sobrenatural. La naturaleza no puede predecirse ni controlarse, y nosotros, los humanos, somos bastante frágiles, débiles y dependientes, como hemos experimentado en 2020. Siempre estamos sometidos a fuerzas que escapan a nuestro control, tanto en la realidad cotidiana como en la sobrenatural de cada día. La pérdida y la tragedia nunca están lejos. En un mundo en el que casi todo se puede conseguir, no debemos olvidar que no podemos luchar contra la naturaleza, y que no podemos escapar de nuestro destino.
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