Alejandro Landes
Ficha Artística
Dra. Sara Watson JULIANNE NICHOLSON
Patagrande MOISES ARIAS
Rambo SOFIA BUENAVENTURA
Lobo JULIÁN GIRALDO
Leidi KAREN QUINTERO
Bum Bum SNEIDER CASTRO
Sueca LAURA CASTRILLÓN
Ficha Técnica
Dirección: ALEJANDRO LANDES
Producción: FERNANDO EPSTEIN, ALEJANDRO LANDES
Guion: ALEXIS DOS SANTOS, ALEJANDRO LANDES
Fotografía: JASPER WOLF
Montaje: TED GUARD, YORGOS MAVROPSARIDIS, SANTIAGO OTHEGUY
Música: MICA LEVI
Colombia, 2019. 102’ Color.
Sinopsis:
En la cima de una imponente montaña, donde lo que a primera vista parece un campamento de verano, ocho niños guerrilleros apodados “Los Monos” conviven bajo la atenta mirada de un sargento paramilitar. Su única misión es clara: cuidar a la doctora, una mujer americana a la que han tomado como rehén. Cuando esta misión empieza a peligrar, la confianza entre ellos empezará a ponerse en duda.
Palmarés:
Festival de Sundance: Premio Especial del Jurado BAFICI: Mejor música original British Independent Film Awards (BIFA): Nominada a Mejor película internacional independiente Premios Goya: Nominada a Mejor película iberoamericana Premios Forqué: Nominada a Mejor película latinoamericana
Alejandro Landes Echavarría
Graduado de la Universidad de Brown con un título en Economía Política, comenzó su carrera en periodismo escribiendo para The Miami Herald y produciendo el programa semanal de entrevistas políticas Oppenheimer Presents. Su debut como director fue Cocalero, un documental sobre la coca boliviana y la improbable campaña del agricultor Evo Morales de convertirse en el primer presidente indígena del país. En 2010 fue seleccionado para el Laboratorio de directores y guionistas de Sundance Institute con una beca y una residencia en la Cinéfondation de Cannes, donde desarrolló su primer largometraje de ficción Porfirio, basada en la vida real Porfirio Ramírez. Monos es su tercer largometraje, por el que ha conseguido más de 30 premios internacionales.
Comentarios del director
Monos es una película de aventura. Por un lado, de descubrimiento, de adolescencia, de hermandad, de pertenecer, y es una película que apela a las preguntas que nos hacemos todos: quiénes somos, quiénes queremos ser, hacia dónde queremos ir y qué estamos dispuestos a hacer para alcanzarlo.
Monos nació, entre otras cosas, por el interés de contar Mi visión de la guerra en Colombia. No es que eso me dé un derecho particular sobre la historia, pero yo me crie fuera del País, entre otras cosas, escapando de la violencia que padecieron miembros de mi familia que fueron secuestrados y quería contar la historia desde el punto de vista nuestro. Nunca me ha interesado generar un debate político. Siento que se necesita otro punto de vista, algo que parta de una especie de vacío, sin ese contexto de quién está peleando contra quien, para que la gente no la vea desde el prejuicio. La idea entonces es llevar al espectador a una especie de vacío para no permitir que entre desde lo ideológico y tratar de que pueda botar esos prejuicios para verla.
Monos hace una gran pregunta, no denuncia, es un grito fuerte que llega en una coyuntura del País, en un momento en el que todos nos estamos haciendo una pregunta.
En Iberoamérica, la palabra mono tiene muchos significados: puede ser guapo, simio o rubio, entre tantas otras cosas. Sin embargo, el título de nuestra película, Monos, viene de su raíz griega: uno, solo, único. Parece una decisión extraña cuando el protagonista de nuestra historia no es uno sino una escuadra de jóvenes rebeldes en la retaguardia de una guerra, con la misión de custodiar una rehén y una vaca lechera.
Con todo, la mayor fuente de tensión en la película es justamente el choque entre el individuo y la asociación, donde coexiste el deseo de pertenecer, de compartir, de ser amado, con la voluntad voraz del poder. En nuestras vidas, es igual. Estamos todos solos y juntos en el mundo. Somos una especie social, por lo tanto, política y Monos es una película política, pero no desde lo ideológico.
Aquí no hay fechas, ni partidos, ni apellidos. Nos encontramos ante la bruma de una de guerra dónde no está claro que significa ganar. Es natural que nuestro espectador se pregunte ¿estamos en el paraíso o el infierno, en el futuro o el pasado, con un ejército de izquierda o derecha, con los secuestrados o los secuestradores, con un hombre o una mujer? Vivimos en un mundo cada vez polarizado, que muchos intentan dividir con peligrosa simpleza, como entre bien y mal, pero nuestra historia busca lo contrario: rechazar cualquier concepción binaria de la vida e invitarnos a explorar los tantos tonos de gris que podemos ver en el espejo, dentro y fuera de Colombia.
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